A Paola le encanta salir a pasear con su chico montada en su coche clásico. Normalmente al atardecer suele salir a pasear con el coche y lo normal es que acaben unos días mejor que otros. Pero en esta ocasión has cogido la vieja pista de arena que va a la mina abandonada y has pisado gas a fondo. A Paola le disgusta la velocidad, pero extrañamente en esta ocasión el traqueteo del coche saltando por la pista y el hecho de ver su vida peligrar le produce una sensación de excitación hasta ahora desconocido. En el momento que te pide que pares el coche ella se deshace de toda la ropa que le sobra y se sienta en manos del volante, haciendo movimientos pélvicos que le provocan en poco menos de lo esperado un pequeño orgasmo, que desencadena en otro, y en otro y en otro más. La sensación de descubrir que es multiorgásmica la desata en una pasión que desconocía y con los ojos llenos de lágrimas, presa de la pasión se abalanza sobre ti y hunde tu polla en su coño aun receptivo. Cabalgando al son de los amortiguadores gastados y follando al ritmo del crujir del cuero del sofá, roza los pezones de sus generosos pechos sobre tu cara mientras sientes como tu polla palpita dentro de Paola que grita conociendo que no hay nadie que la pueda oír, sabiendo que su único verdugo está apunto de desencadenar en una eyaculación que la llenara de semen caliente y penetrante por dentro de su excitado ser.
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